Carga


 


Back Home Up Next


Campa�a
C�nticos
Caprichoso
Car�cter
Carga
Caridad
Castigo
Caudillos
Cautividad
Ceder
Cena Del Se�or
Chismes
Cielo
Codicia
Compa�erismo
Compa�ia Buena
Compa�ia Mala
Compartir
Compasi�n
Compensaci�n
Compromiso
Conceptos
Conducta
Confesi�n
Confiable
Confiando
Confianza
Conocimiento
Conquistar
Consecuencia
Consejo
Consistencia
Contentamiento
Contraste
Conveniencia
Conversi�n
Convicci�n
Cooperaci�n
Coraz�n
Costo
Cristianismo
Cr�ticas
Crucifixi�n
Cruz
Culpar
Culto
Curaci�n

 

Lista de ilustraciones sobre la Carga:

  1. TODAV�A EST�S CARGANDO LA MUJER

 

TODAV�A EST�S CARGANDO LA MUJER

Un d�a dos monjes iban caminando por el campo. Iban camino a otro pueblo para ayudar a traer la cosecha.

Mientras caminaban, espiaron a una mujer que estaba sentada en la orilla del r�o. Ella estaba enojada porque no hab�a un puente, y ella no pod�a cruzar al otro lado.

El primer monje ofreci� amablemente, "Si quieres te podemos cargar hasta el otro lado del r�o" "Gracias" contest� ella, aceptando su ayuda. As� que los dos hombres juntaron sus manos, la levantaron entre los dos y la cargaron hasta el otro lado del r�o. Cuando llegaron al otro lado, la bajaron y ella sigui� su camino.

Despu�s de que los monjes caminaron otro tramo, el segundo monje empez� a quejarse. "Mira mi ropa," dijo, "Est� toda sucia por haber cruzado a esa mujer por el r�o. Y mi espalda todav�a me duele por haberla cargado. Siento que se me esta acalambrando."

El primer monje simplemente sonri� y asinti� con su cabeza.

Un poco m�s adelante, el segundo monje se quej� otra vez, "Mi espalda me duele tanto, y todo es porque tuvimos que cargar a esa loca mujer para cruzar el r�o! No puedo seguir adelante por el dolor."

El primer monje mir� a su compa�ero, que ya estaba tirado en el suelo quej�ndose y le dijo "�Te has preguntado porqu� yo no me estoy quejando?" "Tu espalda te duele porque todav�a est�s cargando a la mujer. Pero yo ya la baj� varios metros atr�s."

As� es como somos muchos de nosotros cuando tratamos con otros. Somos como el segundo monje que no lo puede dejar ir. Queremos hacerles saber el dolor que todav�a sentimos por algo que ellos hicieron en el pasado. Cada vez que podemos se los tratamos de recordar. � Dr. Anthony T. Evans, �Guiando A Tu Familia En Un Mundo Mal Aconsejado�.