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Lista de Ilustraciones sobre el Dar:

  1. LA BECERRA DEL SE�OR

  2. UN MILL�N DE D�LARES

  3. SI SOLAMENTE TUVIERA

  4. LAS DOS MONEDAS

  5. LOS HUEVOS Y LAS VIUDAS

 

LA BECERRA DEL SE�OR

Martyn Lloyd-Jones relat� una historia acerca de un granjero que entr� en su casa un d�a para informar a su esposa y familia de unas buenas noticias. "La vaca acaba de dar a luz a dos becerras - una blanca y la otra roja." Continu� diciendo, "Debemos de dedicar por lo menos una de estas becerras al Se�or. Criaremos a las dos juntas y cuando viene el momento oportuno, venderemos la una y nos quedaremos con la ganancia y venderemos la otra y entregaremos la ganancia de esta a la obra del Se�or.

Al escuchar esto su esposa le pregunta, "�Y cu�l de las dos dedicaremos al Se�or?" El esposo le contest� diciendo, "No hay que preocuparnos con ese detalle ahora. Trataremos a las dos de la misma manera, y cuando llegue el tiempo de hacerlo, decidir� yo cu�l de las dos es la de Dios.

Unos d�as despu�s de esta pl�tica, entr� el granjero en la cocina con una cara bien triste. "�Qu� pas�?", pregunt� su esposa. "Tengo malas noticias", dijo el granjero. "Muri� la becerra del Se�or". "Pero espera", dice su esposa. "Tu nunca decidiste cual de las dos becerras era la del Se�or". "Si lo hice", dijo el granjero. "Decid� que la becerra de Dios era la blanca, y la blanca muri�. �La becerra del Se�or est� muerta!". Martyn Lloyd-Jones

 

UN MILL�N DE D�LARES

Un hombre tuvo un ataque de coraz�n y lo llevaron r�pidamente al hospital. Prohibieron que tuviera visitas y por eso estaba un poco deprimido. Mientras que estaba en el hospital, muri� un t�o muy rico y le dej� un mill�n de d�lares. Su familia no supo como compartirle estas noticias sin excitarle demasiado y causarle peor da�o. As� que se decidi� llamar al pastor y pedirle compartir estas noticias de la manera m�s tranquila posible. El pastor pregunt� al paciente qu� es lo que �l har�a si acaso viniera a heredar un mill�n de d�lares. El paciente respondi� inmediatamente, "Creo que entregar�a la mitad a la Iglesia". �Con eso cay� muerto de inmediato el pastor!

 

SI SOLAMENTE TUVIERA

Un hombre una vez dijo desesperadamente, "Si solamente tuviera dinero extra, lo ofrendar�a a Dios. Pero ni tengo suficiente dinero para sostenerme a mi mismo, mucho menos mi familia". El mismo hombre dijo, "Si tuviera tiempo extra lo compartir�a con Dios. Pero cada minuto que tengo lo gasto en mi trabajo, mi familia, mi club campestre y lo dem�s. Cada minuto lo tengo ocupado". Y el mismo hombre dijo, "Si solo tuviera un talento, lo usar�a en la obra de Dios. Pero no tengo ninguna buena voz; no puedo dirigir a un grupo de personas; no puedo pensar tan r�pidamente como quisiera".

Al escuchar esto se qued� Dios bien conmovido y, a pesar de que era contra su manera de ser, Dios entreg� al hombre dinero, tiempo y un talento glorioso. Luego esper� Dios� sigui� esperando�y esperando�hasta que se cans� Dios de esperar y le quit� su dinero, su tiempo y su talento. Fue entonces cuando el mismo hombre empez� a decir, "Si solamente tuviera de nuevo ese dinero. Lo entregar�a a Dios. Y si solamente tuviera de nuevo todo ese tiempo, lo dar�a a Dios. Y si solamente pudiera yo redescubrir ese glorioso talento, lo usar�a para la obra de Dios.

Fue cuando dijo Dios, "Cierra tu boca, hombre".

De repente el hombre dijo a algunos de sus amigos, "Sabes que, yo ya no estoy muy seguro de que creo en Dios".

"Dios No Es Un Tonto", (God is No Fool), 1969, Abindgon Press

 

LAS DOS MONEDAS

Una madre quer�a ense�ar a su hija una lecci�n y la entreg� dos monedas para la ofrenda � una de un peso y la otra de diez pesos. Con eso la madre dijo, "hijita, pon una moneda en la ofrenda y puedes quedarte con la otra."

Al salir de la iglesia la madre pregunt�, "Hija, �cu�l de las dos monedas pusiste en la ofrenda?" La hija contest�, "pues yo iba a entregar la de diez pesos, pero poco antes de tomar la ofrenda, el hombre detr�s del p�lpito dijo que debemos ser dadores alegres. Yo estaba convencida de que pudiera ser mucho m�s alegre si ofrendara el peso. As� que me qued� con la de diez."

"Bits & Pieces", February 4 de Febrero, 1993, P�gina 23

 

LOS HUEVOS Y LAS VIUDAS

Charles Spurgeon y su esposa, de acuerdo a una historia en la revista Chaplain (Capell�n), estaban dispuestos a vender, y no simplemente dar gratuitamente, los huevos que sacaron de sus gallinas. Aun sus m�s cercanos familiares escucharon las palabras, "Los pueden tener solamente si pagan por ellos." Como resultado la gente los ten�a como gente avara, taca�a.

Aceptaron la cr�tica sin defenderse y solamente despu�s de que muri� la Se�ora Spurgeon, fue revelada la historia completa. Todos los ingresos de la venta de los huevos fueron para el sostenimiento de dos viudas ancianas.