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Lista de Ilustraciones sobre las Ofrendas:
"Cuando vas al Doctor para tu chequeo anual, muchas veces empieza a picar y presionar en varios lugar, mientras que pregunta, ��Esto duele? �Qu� tal aqu�?� Si gritas en dolor, una de dos cosas han sucedido: El Doctor ha presionado demasiado fuerte, sin la correcta sensibilidad; o, lo m�s probable es que hay alg�n problema. Entonces el Doctor dir�: �Debemos hacer m�s pruebas. �No debe de doler all�!� As� es cuando pastores predican sobre la responsabilidad financiera y ciertos miembros empiezan a criticar. El pastor ha presionado demasiado o quiz� hay un problema all�. En ese caso, yo digo: ��Amigo, necesitamos del Gran M�dico, porque no debe de doler all�!" Ben Rogers |
�Vu�lvele a pegar! |
Hab�a una Iglesia vieja que necesitaba una remodelaci�n, entonces, durante el servicio, el pastor hizo una apasionada propuesta mirando directamente al hombre m�s rico del pueblo.
Al final del servicio, el hombre rico se par� y anunci�, "Pastor, Voy a contribuir con mil d�lares."
Entonces luego, un pedazo de yeso cay� del techo y le peg� en el hombro al hombre.
R�pidamente �l hombre rico se par� de nuevo, gritando: "Pastor, Incrementar� mi donaci�n a 5 mil d�lares."
Antes de que se pudiera sentar, le cay� otro pedazo de yeso del techo otra vez, y otra vez �l realmente grit�, "Pastor, voy a doblar mi segunda promesa."
Se sent�, y de nuevo una gran cantidad de yeso cay� sobre su cabeza.
Se par� una vez m�s y exclam� gritando, "Pastor, Le dar� 20 mil d�lares"
De pronto un di�cono grit�: "�Vu�lvele a pegar, Se�or! �Vu�lvele a pegar!"
LAS DOS MONEDAS |
Una madre quer�a ense�ar a su hija una lecci�n y la entreg� dos monedas para la ofrenda � una de un peso y la otra de diez pesos. Con eso la madre dijo, "hijita, pon una moneda en la ofrenda y puedes quedarte con la otra."
Al salir de la iglesia la madre pregunt�, "Hija, �cu�l de las dos monedas pusiste en la ofrenda?" La hija contest�, "pues yo iba a entregar la de diez pesos, pero poco antes de tomar la ofrenda, el hombre detr�s del p�lpito dijo que debemos ser dadores alegres. Yo estaba convencida de que pudiera ser mucho m�s alegre si ofrendara el peso. As� que me qued� con la de diez."
CITA DE UN MISIONERO |
"Dios juzga lo que ofrendamos por la cantidad con que nos quedamos". � Misionero George Mueller
LOS HUEVOS Y LAS VIUDAS |
Charles Spurgeon y su esposa, de acuerdo a una historia en la revista Chaplain (Capell�n), estaban dispuestos a vender, y no simplemente dar gratuitamente, los huevos que sacaron de sus gallinas. Aun sus m�s cercanos familiares escucharon las palabras, "Los pueden tener solamente si pagan por ellos." Como resultado la gente los ten�a como gente avara, taca�a.
Aceptaron la cr�tica sin defenderse y solamente despu�s de que muri� la Se�ora Spurgeon, fue revelada la historia completa. Todos los ingresos de la venta de los huevos fueron para el sostenimiento de dos viudas ancianas.
LA
OFRENDA DE LA VIUDA
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Una
joven filipina qued� viuda con seis ni�os que sostener.
Viv�a con muchas privaciones y afanes: se levantaba a las cuatro de la
ma�ana todos los d�as, cocinaba, lavaba, planchaba, preparaba la comida que lo
ni�os llevaban a la escuela, y a los m�s peque�os los atend�a en todas sus
necesidades. Despu�s se iba a trabajar al campo a fin de ganar suficiente arroz
y ma�z para alimentar a su familia. Muchas
veces, mientras los ni�os dorm�an por la noche, ella pensaba en la forma que
podr�a lograr que el dinero alcanzara para pagar la colegiatura de alguno de
sus ni�os, o para suplir alguna otra necesidad.
Un d�a, el pastor de la iglesia pidi� que todos los miembros de �sta diezmaran. Parec�a imposible que la viuda pudiera hacerlo; y, sin embargo, ella fue la primera en llevar su ofrenda de ocho d�lares, que era m�s de la mitad de lo hab�a ofrecido el miembro m�s rico de la iglesia.
INACEPTABLE
OFRENDA PARA CONSTRUIR UN TEMPLO
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Una
vez, en una grande ciudad del sur de los Estados Unidos de la Am�rica del
Norte, un peque�o grupo de cristianos organiz� una iglesia bautista en un
barrio que estaba creciendo r�pidamente, en las orillas de la ciudad.
Al principio ten�an los cultos en un sal�n que hab�a servido de
bodega, por el cual pagaban alquiler; durante el verano los ten�an en una
tienda de campa�a. Discutieron,
hicieron planes, y trabajaron para reunir dinero con el cual construir el templo
que deseaban. Una persona rica que
viv�a en ese barrio, interesada en la cultura general, pero sin pertenecer a
ninguna iglesia, ofreci� dar 100,000.00 (cien mil d�lares) para la construcci�n
del templo: con la condici�n de que a ella se le permitiese hacer los planos y
vigilar la construcci�n del templo para que se hiciera como ella pensaba que
deb�a ser construido. La iglesia, cort�smente, rechaz� la cuantiosa pero
sospechosa oferta. Esa iglesia,
despu�s de algunos a�os de orar, contribuir, trabajar y sacrificarse, ha
construido un hermoso templo y lo ha equipado con un moblaje conveniente.
Los templos tienen m�s que ladrillos, mezcla, yeso, ventanas y bancas: tienen l�grimas, coraz�n y sacrificios de las iglesias que los construyen.
EL
BAJO COSTO DE OFRENDAR
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�M�s
bienaventurado es dar que ofrendar� (Hechos 20:35).
La
queja m�s com�n es contra el alto costo de la vida, y muchas personas se valen
de esta excusa para no ofrendar. Pero
el hecho es que cuesta m�s vivir si no ofrendamos. El gobierno espera que seamos liberales en nuestras ofrendas
para causas nobles, y de esta manera las contribuciones son menores.
No damos para recibir, pero as� sucede
en la vida: �Echa tu pan sobre las aguas�.
La
historia de Anan�as y Safira es un ejemplo del alto costo de no ofrendar.
(Hechos 5:1-12).
Ellos
vendieron una posesi�n y pod�an haber ofrendado; pero �sustrajeron parte de
su valor� y se pusieron de acuerdo para ser ego�stas con sus amigos
necesitados. �Y dijo Pedro: Anan�as,
�por qu� llen� Satan�s tu coraz�n para que mintieses�?� Anan�as y
Safira no fueron horados para con Dios.
�Al
o�r Anan�as estas palabras, cay� y expir�.� �Cu�nto cost� a esta pareja
el no ser buenos mayordomos?.
1.
Los priv� del gozo de ser amigos liberales.
2.
Los priv� de su integridad delante de Dios.
3.
Perdieron el lugar que ocupaban entre sus amigos cristianos.
4.
Les cost� su propia vida.
Es mucho m�s barato dar, �verdad?
PARA
MISIONES
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Sus
manos temblaban al poner dentro de mi bolsillo el arrugado billete.
�Es para misiones�, me dijo casi al o�do.
Record� que aquel anciano s�lo recib�a mensualmente 18,000 d�lares
como pensi�n, y de eso �l ya hab�a dado el diezmo.
--Lo
siento, pero no puedo tomar este dinero �le dije--, yo s� que usted tiene muy
poco para sus propios gastos. Sus
ojos me miraron con fijeza y con severidad cuando me dijo:
--Pastor �solo porque soy pobre va usted a negarme el privilegio de dar para una causa que amo tanto?
UN
EJEMPLO DIGNO DE IMITAR
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El donativo que un hombre dio para las misiones nos da un ejemplo hermoso. Roberto Arthington, de Leeds, graduado de la Universidad de Cambridge, vivi� en un cuarto peque�o, guisando sus propios alimentos; dio para las misiones 500,000 libras esterlinas con la condici�n de que toda esta cantidad fuera usada para abrir trabajos misioneros nuevos dentro de los siguientes veinticinco a�os. Despu�s de su muerte encontraron un pedazo de papel en el que hab�a escrito lo siguiente: �Con todo gusto har�a mi cama en el suelo, tendr�a un caj�n en lugar de silla y usar�a otra caja como mesa, en lugar de permitir que los hombres murieran por causa de mi negligencia en darles el evangelio�.
LA
MEJOR OFRENDA
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Un jud�o pobre una vez fue al templo sin cordero, ni palomas, ni harina para sacrificar. Se qued� afuera avergonzado, y oy� cantar esta parte del Salmo 51: �Al coraz�n contrito y humillado no despreciar�s t�, oh Dios�� Esto es lo que ten�a ese jud�o, y entr�. �Bendito seas�, dijo el venerable rab�,� son pocos los que vienen con tal ofrenda�.