Purificaci�n

 
 

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HORNO DE PLATA

Si Cristo no te ha COLOCADO en un horno en m�s ocasiones de lo que te haya gustado y subido el calor mucho m�s caliente de lo que hubieses preferido, entonces deber�as checar tu andar y lugar en el plan FINAL de Dios para TI.  Todo tiene que ver con Su voluntad en contra de tu voluntad - �cu�l voluntad ganar�?

Hace tiempo unas cuantas mujeres se juntaban en una cierta ciudad para leer las Escrituras y convertirlas en el tema de conversaci�n.  Al leer el tercer cap�tulo de Malaqu�as, llegaron a una expresi�n extraordinaria en el tercer vers�culo, que dec�a:  "Y se sentar� para afinar y limpiar la plata."  La opini�n de una mujer era que ten�a la intenci�n de mostrar la perspectiva de la influencia santificadora de la gracia de Cristo.  Luego ella propuso visitar un platero y reportar a ellas lo que �l dijera del tema.

Ella fue y sin decirle el objeto de su tarea, le rog� al platero contarle el proceso de refinar la plata, que le explic� extensamente.  "Pero se�or," le dijo, "�se sienta cuando el trabajo de refinaci�n se est� realizando?"  "Por supuesto, se�ora," contest� el platero.  "Debo sentarme con mis ojos bien fijos en el horno, porque si el tiempo necesario para la refinaci�n excede en el menor grado, la plata ser� da�ada."

La mujer vio al instante la belleza, y el consuelo tambi�n, de la expresi�n: "Se sentar� para afinar y limpiar la plata."  Cristo ve necesario poner sus hijos en el horno, sus ojos est�n bien fijos en el trabajo de purificaci�n, y su sabidur�a y amor est�n ambos enlazados de la mejor manera para ellos.  Sus pruebas no vienen al azar, "Pues aun vuestros cabellos est�n todos contados."

Al irse la mujer del taller, el platero la volvi� a llamar y le dijo que todav�a faltaba mencionarle algo.  Dijo que solo sabe que el proceso de la purificaci�n est� completo, por ver el reflejo de su propia imagen en la plata.  �Qu� bello ejemplo!  Cuando Cristo haya visto su propia imagen en su pueblo, su trabajo de purificaci�n se habr� cumplido.

- Desconocido -