Enseñanzas

 
 

Back Home Up Next


Educar
Ejemplo
Ejemplo Malo
Elección
Enemigos
Enfermedad
Engaño
Enseñanzas
Entrega
Envidia
Error
Escuchando
Esperanza
Esperanzado
Esposas
Evaluación
Evangelio
Evangelistas
Evangelización
Evidencias
Excusas
Éxito
Experiencia
Extraño

 

¡CUIDADO!

Sofronio, virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa, llamada Eulalia, y ésta le pidió permiso para visitar a la mundana Lucina.

--No puedo permitírtelo --dijo el padre.

--¿Me crees demasiado débil? --replicó la hija indignada.

Sofronio cogió un carbón apagado y pidió a su hija que lo tomara en la mano, pero ésta vacilaba en hacerlo.

--Cógelo, hija mía, no te quemarás.

Obedeció Eulalia, y la blancura de su mano se vio inmediatamente manchada.

--Padre, hay que tener cuidado para manejar carbones --dijo de mal humor.

--Es verdad --dijo el padre solemnemente --porque aunque no queman, tiznan. Y lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones.

 

EL LIBRO QUE MEJORÓ A UN PUEBLO

Green, en su "Breve Historia del Pueblo Inglés", cap. VIII, da un testimonio maravilloso del efecto que la Biblia impresa produjo en el reinado de Elisabet. "Jamás se efectuó en ninguna nación un cambio moral más grande que el que se realizó en Inglaterra durante los años que separaron la mitad del período del reinado de Elisabet de la Reunión del Gran Parlamento. Inglaterra llegó a a ser un pueblo de un libro, y ese libro era la Biblia. Era el único libro inglés con el cual todo británico estaba familiarizado; se leía en las iglesias, se leía en lo hogares, y en todas partes sus palabras… encendían un maravilloso entusiasmo. Sus efectos literarios y sociales fueron grandes; pero a la larga, más grande fue el efecto de la Biblia en el carácter del pueblo, pues ejerció una influencia dominante manifestada en la acción humana. Todo el temperamento de la nación sintió el cambio, en todas las clases sociales se extendió un nuevo concepto de la vida y un nuevo impulso moral y religioso.