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Cuando la península de Corea estaba en sus "buenos tiempos" la vida era extremadamente difícil; tanto así que en una familia un vaso de leche tenía que ser compartido por todos los niños que hubiera en ella, y eso era considerado como un lujo en la alimentación. Cada niño estaba acostumbrado a la escasez de leche, y ya sabia que tanto debía beber cuando la tenían.Durante la guerra que hubo en Corea (de junio de 1950 a junio de 1953), muchos niños se extraviaron, y se dio el siguiente caso: Una enfermera de la Cruz Roja encontró a uno de tales niños, y al verlo perdido lo recogió, y dándose cuenta que estaba hambriento, le dio un vaso de leche. El niño ansiosamente comenzó a beber; de repente dejó de hacerlo, y preguntó a la enfermera cuántos "tragitos" podía beber. La enfermera, conmovida y con lágrimas en los ojos, le dijo: "toda es para ti, bébela toda."- Duke K. McCall.
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