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Lista de Ilustraciones sobre la Fe:
Una maestra que no quiero decir su nombre, quiso demostrar a sus ni�os de primaria que Dios es un mito. La clase ocurri� as�:
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HUDSON TAYLOR Y EL VIENTO |
Cuando el gran misionero Hudson Taylor fue a China, viaj� en un barco de velas. Mientras que se acercaban a la Pen�nsula de Malay y la isla de Sumatra, el misionero escuch� a alguien tocando la puerta de su cabina. Al abrir la puerta, encontr� al capit�n diciendo, "Se�or Taylor, no hay viento. Estamos acerc�ndonos a una isla donde temo se encuentra puros can�bales."
"�Qu� puedo yo hacer?", pregunt� el se�or Taylor. El capit�n respondi�, "Yo entiendo que t� eres un cristiano y que crees en Dios. Necesito que ores a Dios para que nos mande viento." "Est� bien, capit�n, yo lo har�. Pero primero tu necesitas levantar y abrir las velas". "Pero eso ser�a una locura", dijo el capit�n. "No hay nada de viento. Adem�s, los marineros creer�n que soy loco." Pero despu�s de mucha insistencia de parte del misionero, se someti� a lo que le exig�a.
Despu�s de cuarenta y cinco minutos, el capit�n regres� para encontrar al misionero Taylor todav�a sobre sus rodillas orando. "Puedes dejar de orar ahora", dijo el capit�n. "No sabemos ni qu� hacer con todo el viento que tenemos."
La fe honra a Dios y Dios honra a la fe |
Por 10 a�os, misioneros a Botswana, Roberto y Mary Moffat, trabajaron fielmente sin ni un rayo de �nimo para iluminar su camino. No pudieron reportar ni una sola conversi�n. En fin, los directores de su misi�n empezaron a cuestionar la sabidur�a en continuar el trabajo. Pero el pensamiento de dejar su trabajo trajo gran desanimo a esta pareja tan entregada, porque estaban seguros que Dios estaba en sus labores y que con tiempo, podr�an ver a la gente entreg�ndose a Cristo. Continuaron en su trabajo, y por los pr�ximos dos a�os solo rein� la oscuridad. Fue entonces que un amigo en Inglaterra mand� palabra a los Moffats que quer�a mandarles un regalo y pregunt� que es lo que m�s quer�an. Confiando de que Dios, tarde que temprano estuviera bendiciendo su trabajo, la se�ora Moffat respondi�, "M�ndanos un equipo para tomar la Santa Cena porque estoy seguro de que pronto lo necesitaremos." Dios honr� la fe de esta preciosa mujer. El Esp�ritu Santo conmovi� los corazones de la gente del pueblo y pronto ten�an un grupo de seis convertidos y se unieron para formar la primera Iglesia cristiana en este pa�s. Se tardo en llegar el equipo de la Santa Cena, pero lo importante es que lleg� un d�a antes de que esta Iglesia celebrara su primer Santa Cena.
YO S� TE PUEDO VER |
Una noche se prendi� de fuego una casa y el joven fue forzado a subir al techo. Su padre estuvo parado afuera con sus brazos extendidos gritando al joven, "�brinca hijo y yo te agarro!" �l supo que, para salvar su vida, el joven ten�a que saltar. Pero la �nica cosa que el joven pod�a ver era las llamas del fuego, humo y oscuridad. Como se puede imaginar, el joven ten�a miedo saltar desde el techo. Su padre continuo gritando, "�Brinca hijo! �Yo te agarro!" Pero el joven protest� diciendo, "Pero pap�..es que no te veo." El padre respondi�, "Pero hijo, la �nica cosa que importa aqu� es que yo s� te puedo ver."
FE Y LAS OBRAS |
Seg�n Guillermo Booth, fundador del Ej�rcito de la Salvaci�n, "La fe y las obras deber�n de andar lado a lado. Es como tu piernas. Primero fe, y luego obras; luego fe, y luego las obras -- hasta que uno casi no puede distinguir la una de la otra. Guillermo Booth in el "Mensaje A Soldados", "El Cristianimo Hoy" (Christianity today), 5 de Octubre de 1992
UN HORNO FERVIENTE |
Fe por mi liberaci�n no es fe en Dios. Fe significa, ya sea que haya sido liberado f�sicamente o no, me voy a apegar a mi creencia de que Dios es amor. Hay algunas cosas que solo se pueden aprender en un horno ferviente. Oswald Chambers, Run Today's Race
CREY� EN LA PALABRA DEL PR�NCIPE |
Cuenta la historia que un hombre fue condenado a muerte. cuando ya iba a ser decapitado, el pr�ncipe que era el encargado de la ejecuci�n le pregunt� si ten�a algo que pedir. Todo lo que el reo pidi� fue un vaso de agua. Cuando se la trajeron, temblaba tanto que no pudo acercar el agua a sus labios.
Entonces el pr�ncipe le dijo que se tranquilizara, pues nada le suceder�a hasta que hubiese terminado de beber esa agua.
El hombre confi� en la palabra del pr�ncipe, y arroj� el vaso al suelo. No pudieron recogir el agua derramada, y as� el reo se salv�.
Mi amigo, t� puedes ser salvo ahora, creyendo en la Palabra de Dios. El agua de vida se ofrece ahora a todo el que quiera tomarla. Toma de ella y vivir�s.
D. L. Moody
EL CRISTIANO ES UN HIJO DEL REY |
Se dice que en cierta ocasi�n el Emperador Napole�n I se encontraba delante de un grupo de soldados, cuando de repente su caballo se desboc�; entonces un soldado raso se lanz� hacia el caballo, y, cogiendo el freno del caballo, pudo pronto detenerlo. Se dice que Napole�n salud� al soldado raso y le dijo: "gracias, mi capit�n". El soldado se sorprendi� al o�r a Napole�n decirle "capit�n", pues �l era un simple soldado raso, pero inmediatamente pens� que se encontraba delante de Napole�n, y que si �l quer�a, pod�a hacerlo capit�n. As� que, salud� a su Emperador y le pregunt�: "�De qu� regimiento, mi Emperador?" El emperador le contest�: "De mi guardia personal." Aquel soldado raso se present� como capit�n ante el jefe de la guardia personal de Napole�n; el oficial, vi�ndolo con uniforme de soldado raso, le pregunt�: "�Capit�n, por �rdenes de qui�n? � "por �rdenes de mi emperador, Napole�n I."
En ese momento dej� de ser soldado raso y lleg� a ser capit�n. Si este soldado raso no hubiese tenido fe, hubiera dicho: "Mi Emperador me dice capit�n, pero yo no soy m�s que un soldado raso. Por el susto que le dio el caballo, se equivoc� y me dijo capit�n", y se hubiera ido a tomar su lugar y habr�a permanecido soldado raso toda su vida.
Todos nosotros por naturaleza somos "hijos de ira", hijos de desobediencia; pero Dios en su infinito amor e infinita misericordia quiere hacernos sus hijos. En el evangelio de nuestro Se�or Jesucristo seg�n Juan 1:12, encontramos estas preciosas palabras: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios".
Hoy, este d�a, por la fe puedes ser hecho hijo de Dios, pidiendo a Dios perd�n de tus pecados, aceptando a Cristo Jes�s como tu Salvador personal, y dejando que el Esp�ritu Santo haga su obra regeneradora en tu ser.
"Ven a Cristo con fe viva,
Piensa mucho en su amor;
No dudes reciba
Al m�s vil pecador."
"Cree y fija tu confianza
En su muerte por ti;
El gozo alcanza
Quien lo hiciere as�."
LA FE DE UN NI�O |
Un pobre muchacho alem�n, que deseaba ser recibido en una escuela morava escribi� una carta, la cual dej� en el correo, dirigida al "Se�or Jes�s en el cielo". La carta dec�a m�s o menos como sigue: "Mi Se�or y Salvador Jesucristo: he perdido a mi padre. Somos muy pobres, pero yo s� que t� dices en tu palabra que lo que pidi�ramos a Dios en tu nombre, �l nos lo dar�. Yo creo lo que t� dices, Se�or. Ruego pues, a Dios, en tu nombre Se�or Jes�s, que d� a mi madre los medios necesarios para colocarme en la escuela morava: �Me gustar�a mucho seguir estudiando! Te lo ruego; y te amar� a�n m�s".
El administrador de correos, viendo la direcci�n tan extra�a, abri� la carta. Fue le�da en una reuni�n de la Sociedad Morava, y la baronesa de Leppe acept� la responsabilidad de ser la protectora del muchacho y lo envi� a la escuela como �l deseaba.
FE PARA CAER |
Estaba ardiendo una casa. Todos se hab�an salvado, excepto un ni�o, en el segundo piso. La escalera estaba llena de llamas y humo y no hab�a salida sino por la ventana.
--�Pap�, pap�! �C�mo escapar�? �gritaba el ni�o.
--Aqu� estoy �gritaba el padre-- d�jate caer, te recibir� en mis brazos; t�rate, Carlitos, yo te recibir�.
Carlos sali� a gatas por la ventana, pero all� qued� agarrado, porque ten�a miedo, sabiendo que era muy largo el trecho hasta la calle.
--Su�ltate, d�jate caer �gritaba el padre.
--No puedo verte, pap�.
--Pero yo si te veo: aqu� estoy; ten confianza, su�ltate, que yo te salvar�.
--Tengo miedo de caer.
--Su�ltate, t�rate �gritaban otras voces--, tu padre te recibir� con toda seguridad; no tengas miedo.
Acord�ndose de la fuerza y del amor de su padre, el ni�o recobr� la confianza y se dej� caer. A lo pocos instantes se hall� salvo en los brazos de su padre.
FE VICTORIOSA |
En la historia antigua, hay el relato de un valiente capit�n cuya bandera estaba casi siempre en la primera l�nea de batalla; su espada era temida por sus enemigos, porque era el heraldo de la matanza y de la victoria. Su rey le pidi� una vez que le mostrara su espada la tom�, con cuidado la examin�, y la devolvi� con el siguiente mensaje: "No veo nada maravilloso en esta espada. No puedo entender por qu� un hombre le puede tener tanto miedo". El capit�n envi� la respuesta: "Vuestra Majestad se ha dignado examinar la espada; pero no le envi� el brazo que la maneja. Si hubiera examinado ese brazo, y el coraz�n que dirige al brazo, habr�a entendido el misterio".
FE Y TEMOR |
En la galer�a de arte de Manchester puede verse un famoso cuadro de Briton Rivere, intitulado "In Manus Tuas, Domine" acerca del cual el artista dijo: "Si mi cuadro no lleva una lecci�n para la �poca presente, sean cuales fueren nuestras dudas y temores, dir� que he fracasado". El cuadro habla del triunfo de la fe. Representa a un joven caballero revestido de su armadura, montado en un caballo blanco, cuya cabeza inclinada, nariz temblorosa y miembros tr�mulos denotan un intenso terror. Al pie del cuadro se ven tres perros de caza que tambi�n miran con terror hacia adelante, donde se extiende el desierto con sus peligros y terrores desconocidos. El caballero siente temor como los brutos que lo acompa�an; pero hay en �l algo que lo eleva sobre ellos y sobre su miedo: es la fe. Levantando su espada, dice: "En tus manos, Se�or", y prosigue su camino. Por la fe domina su temor, y dice: "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temer� ning�n mal".
LA FE ILUSTRADA |
Un maestro cristiano quiso ense�ar de manera m�s viva y pr�ctica la verdad referida, y saber que la salvaci�n es un don divino que se recibe por la fe. Para este fin sac� de su bolsillo el reloj y lo ofreci� "sin dinero y sin precio" al mayor de sus disc�pulos, dici�ndole:
"El reloj es tuyo si lo aceptas"
Este pensaba que el maestro se burlaba de �l y que los compa�eros se reir�an si alargaba la mano. As� es que por no tener confianza en las palabras del maestro, qued�se sentado y se qued� sin el reloj.
Y as� continu� el maestro ofreciendo su reloj a casi todos los alumnos; pero ninguno ten�a fe en su promesa para recibirlo. Pero al fin, lo ofreci� al m�s peque�o de la clase. Este, s�, extendi� la mano, tom� el reloj, dio gracias al maestro y se lo meti� en el bolsillo.
Todos se rieron de la sencillez del peque�o pensando que el maestro s�lo lo hab�a enga�ado. Pero dijo el maestro:
"Me alegro mucho porque t�, a lo menos, tuviste fe en mis palabras. El reloj es realmente tuyo para siempre. Cu�dalo y dale cuerda cada noche."
Cuando los otros comprendieron que mediante esa fe sencilla el peque�o compa�ero hab�a recibido de veras el reloj, sintieron pena, mucha pena por no haber cre�do ellos tambi�n. Pues pensaba cada cual: �Si yo hubiese tenido fe en el maestro, ser�a due�o hoy de un bonito reloj de plata; pero por mi incredulidad perd� la oportunidad.
PAZ DURANTE UN TERREMOTO |
Durante un terremoto, ocurrido hace unos pocos a�os, los habitantes de la peque�a ciudad, presos del p�nico, corr�an de una a otra parte, cuando se apercibieron de una anciana, a quien todos conoc�an, en cuya actitud no pod�a verse sino paz y sosiego, la cual, desde la puerta de su vivienda parec�a sonre�r a los espantados. Alguien le pregunt�: --Abuela �No tiene usted miedo?.
A lo que la anciana, una cristiana fiel, contest�: --No, no tengo miedo�. Muy al contrario� Estaba pensando que mi suerte es grande, pues tengo para ayudarme a un Dios que puede, si quiere, sacudir el mundo.
JEFES DE TRIBU AFRICANA CON POCA FE |
Aqu�, en Rodes�a, al oriente de Africa, observamos a unos cuantos cristianos, que lo son desde hace pocos a�os, y han estado enfrent�ndose con un tiempo muy dif�cil. La ausencia de lluvias en diciembre signific� que no podr�an sembrar nada, y que sus ganados morir�an de hambre y de sed cuando sus pozos poco profundos se secaran. Y sin tener ganado en condiciones de ser vendido, desaparecer�an sus fuentes de donde podr�an obtener dinero para comprar sus alimentos. Sin embargo, estos nuevos cristianos con frecuencia ped�an lluvia, y con entusiasmo la esperaban d�a tras d�a. Cierta ocasi�n unos de los jefes de las tribus m�s cercanas a nosotros vinieron para estar en el culto que tendr�amos por la ma�ana, en Lundi. Despu�s del culto, cuando est�bamos saludando a toda la gente, nos acercamos a estos "grandes" hombres y les dimos una bienvenida especial. Cuando les expresamos nuestra sorpresa por su venida y los invitamos para que volvieran a visitarnos en los cultos, nos dijeron que hab�an venido porque necesitaban lluvia; pues los miembros de la tribu pensaban que si sus "grandes" hombres ven�an al templo, su presencia en el culto har�a que todos tuvieran lluvia �Aquellos hombres no ten�an una fe personal en Dios; sin embargo, en este caso se manifest� el poder de la fe que ellos descubrieron en otros! �Esa noche hubo lluvia! Con esto la fe de los "grandes" de aquella tribu y la de la misma tribu qued� recompensada.
POR LA FE |
�Qui�nes son los hombres a los cuales Dios justifica? �C�mo los selecciona? Pablo nos dice que por medio de la fe. La fe est� relacionada con la justificaci�n, porque la fe es la actitud natural para ser justificados. La mano es el �rgano de nuestro cuerpo destinado a recibir, y su naturaleza est� perfectamente adaptada para desempe�ar ese oficio. De igual manera la fe (y no el amor, ni la alegr�a, ni la esperanza), es la actitud del alma que nos facilita la manera de apropiarnos la gracia espiritual que Dios ofrece.
CREYENDO SIN VER |
Hab�a estado ausente de la casa por algunos d�as y me preguntaba, al acercarme a ella, si mi peque�a Margarita, quien apenas pod�a sentarse sola, me recordaba. Para probar su memoria, me coloqu� en un lugar desde donde yo pod�a verla, pero que ella no me pod�a ver a m�, y la llam� en el viejo tono familiar: "�Mague!" Ella dej� caer sus juguetes. Otra vez repet� su nombre "�Mague!" y habiendo inspeccionado una vez m�s el cuarto con su mirada, pero no viendo el rostro de su padre, se puso muy triste y volvi� a tomar sus juguetes. Por tercera vez llam� "�Mague!" y ella, dejando caer sus juguetes rompi� a llorar extendiendo sus brazos en la direcci�n de donde proven�a el sonido, sabiendo que aunque no pod�a ver a su padre, �l deb�a estar all�.
FE EN LA PALABRA DE DIOS |
Cuando llegu� junto al lecho de la moribunda, que era un miembro de mi propia iglesia, le pregunt�: --�Est�is muy enferma, hermana?
--Muy enferma, pastor, estoy�muri�ndome�.
--�Est�is preparada para morir?
--Pastor�--me contest� solemnemente--: Dios sabe que le he tomado la palabra� �l me ha de cumplir, me ha de ayudar� seg�n su promesa� y por esto� no tengo miedo de morir�
PACTO ENTRE DOS NEGOCIANTES QUE SE TUVIERON FE |
Una ma�ana de domingo el se�or A estaba a punto de entrar en el templo de la iglesia de la cual era miembro, y vio que en la calle estaba un hombre pensativo y mirando el templo. El se�or A se sinti� impulsado a invitar a ese se�or, a quien llamaremos B. A fue a invitarlo a entrar en el templo. B contest�: "Casi cuarenta a�os he vivido en esta ciudad; y, aunque casi todos los negociantes de aqu� se han relacionado conmigo, usted es la primera persona que, siendo miembro de una iglesia, muestra alg�n inter�s a favor de mi bienestar espiritual." El se�or A dijo que se sentir�a muy contento si B lo acompa�ara; pero B no mostr� ning�n inter�s. Entonces A contest�: "Yo tambi�n soy hombre de negocios; e invito a usted con la garant�a de que si no recibe aqu� ninguna bendici�n, nunca volver� a invitarlo ni a molestarlo de ninguna manera." El se�or B dijo: "Esto es como un contrato. Me conviene. Acepto." El se�or B entr�: recibi� m�s de una bendici�n espiritual; y se convirti�.