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TALLER PARA MATRIMONIOS – CLASE NUMERO 19

TALLER PARA MATRIMONIOS – INTIMIDAD EN LA VIDA MATRIMONIAL

INTIMIDAD

Una pareja sana es aquella que ha logrado intimar totalmente en los niveles que se proponen a continuación:
Espiritual, afectivo, Intelectual, corporal y sexual

NIVEL ESPIRITUAL:

Podemos ver a Adán y Eva en su relación espiritual. Dice la Biblia que ambos estaban desnudos y sin avergonzarse. En realidad todo su ser estaba desnudo; no había nada para esconder entre ambos, había transparencia, estaban abiertos el uno al otro en la totalidad de su ser. Había una perfecta armonía vertical, (con Dios), con su prójimo, (entre ellos) y con todo lo que les rodeaba, (horizontal).
 La falla en la pareja comienza con la mala decisión de la mujer y sigue con el dedo acusador de Adán lo cual rompe esa armonía y toda su vida relacional se ve afectada.

Una pareja que desee armonía en una relación íntima debe tener en cuenta que ambos, si se han unido bajo la bendición de Dios, son una misma carne y tal como lo dijo el apóstol Pablo “ ...nadie  aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia”. (Ef. 5: 29)

NIVEL AFECTIVO:

Muchas parejas después de años de estar juntas en realidad no lo están. La intimidad afectiva es muy importante porque el amor posee un componente afectivo de por sí. No puede haber amor si no hay intercambio de afectos profundos.

Para el hombre de nuestra cultura, intimar es superficialidad, trivialidad, etc. Dicen que llorar es de maricones, que a golpes se hacen los hombres, que no jugar al fútbol o no saber de coches es ser afeminado.
No sorprende entonces que existan hombres golpeadores, mujeres abusadas, violencia familiar, etc.

Muchas enfermedades psicosomáticas esconden una incapacidad y una búsqueda de intimar con alguien. Enamorarse, entregarse al otro, pensar en el otro, es intimar. El amor se expresa en hechos pero también en palabras. AMBAS SON PARTE DE LA INTIMIDAD AFECTIVA.

 

NIVEL INTELECTUAL:

Hay un ejercicio que es pedirle al hombre que comience a hablar como si fuera su mujer, por ejemplo yo soy Marta y me gusta tal o cual cosa ... a los 5 minutos de hablar queda en silencio. Luego le toca a la mujer como si fuera su marido, comienza a hablar y a los 5 minutos también hay silencio. No cabe duda que hay falta de INTIMIDAD. La falta de conocimiento de quién es el otro, qué piensa o qué le gusta.
Este nivel es cuando la pareja intima intelectualmente.
No cuando piensa de la misma manera sino cuando aún siendo diferentes pueden abrirse el uno al otro en sus diferencias y coincidencias.

Es identificarse con el otro, es estar con el otro siendo uno mismo, es darle la bienvenida al otro en nuestro territorio sin sentirnos invadidos, puede ser una profesión en común, un libro, una conferencia, una música, un cuadro etc.
El otro extremo es en el que cada uno vive en lo suyo, nadie se mete en el campo del otro ya que cada cual tiene su lugar en la pareja. Creen que compartir es perder la individualidad y la libertad.
Vivir para el otro no es !o mismo que vivir con el otro.
Intimar es meterse en el pellejo del otro sin perder el propio. Es aceptar la individualidad de cada uno y a la vez poseer un "nosotros" en común.

NIVEL CORPORAL:

La intimidad se expresa con palabras, silencios, miradas, etc. Pero también con gestos, movimientos, caricias, etc. Esta variedad ataca al aburrimiento y a la monotonía.
Intimar no es que la pareja vaya a todos lados juntos, coman lo mismo, sientan lo mismo. Intimar no es una fusión ni una simbiosis corporal. Ser distintos no quiere decir que la pareja se pierda.
Para que la identificación sea posible son necesarios 2 procesos:

1) Hay que ser capaz de ponerse en el lugar del otro sin confundirse o sin transformarse en el otro.

2) Hay que ser receptivo a los mensajes del otro, estar dispuesto a dejarlo entrar en la intimidad sin miedo a ser invadido. Para que exista intimidad corporal debemos respetar las diferencias en la pareja y que ninguno de los 2 posee “los mejores o los peores gustos" sobre determinados temas sino "gustos diferentes”.

Ni que uno sea más hermoso que el otro al pasar de los años, sino que en la intimidad corporal puedan llegar juntos a la plenitud de sus días.

NIVEL SEXUAL:

Sucede con mucha frecuencia en la consulta pastoral que hay parejas que no conocen sus gustos, preferencias, zonas erógenas y toques placenteros. Han tenido relaciones muchísimas veces pero no se detuvieron a decir qué sienten antes, durante y después de cada relación.
Hay principios que toda pareja debe respetar para que pueda haber un mínimo de intimidad sexual.

Nombramos algunos elementos útiles para su enriquecimiento.

1) La intimidad sexual tiene su lugar físico

Sabemos que hay crisis de vivienda y esto da lugar muchas veces a problemas en la pareja. Una de las causas de perturbación en la intimidad sexual puede ser la falta de espacio en la vivienda.

Hay parejas que tienen relaciones cuando los chicos duermen con ellos.  Piensan que están dormidos y mantienen una relación apurada y silenciosa para que el niño no lo advierta. Otros tienen relaciones con la puerta abierta para escuchar si al nene le pasa algo.     
Algunos han tenido malas experiencias en su niñez o adolescencia. A causa de la promiscuidad en la que vivieron sufrieron incesto, trato homosexual, perversiones, etc. 

La eyaculación precoz o anorgasmia tanto como la frigidez en la mujer derivados del lugar físico en el cual se quiere intimar, es otro posible problema.

La verdadera intimidad sexual necesita de un lugar apropiado para que la relación de amor llegue al pleno contentamiento de ambos y no sólo de uno de ellos, que generalmente es el hombre.

2) La Intimidad sexual es de mutua entrega:

El amor es la expresión suprema de Dios y  él ha creado al hombre y la mujer para que fueran uno en su intimidad legítima. Dentro de las relaciones íntimas creadas por Dios la intimidad sexual es abandonarse, entregarse al placer y al amor.
 Uno llega a conocerse a sí mismo como hombre o mujer y los dos se revelan el uno al otro.

Es aquí donde se experimenta la íntima entrega y donde se expresa el afecto más íntimo y sincero. Hoy se confunde “hacer el amor” con mantener relaciones sexuales. Si se entra en este trato de relaciones  pasa a ser sólo una relación superficial mientras que la intimidad a la que Dios nos ha llamado es a la de una relación de amor mutuo que lleva al conocimiento más profundo del ser humano.

La comunicación y el trato normal entre la pareja durante el día afectan la relación sexual.

Como dijo alguien: “Las relaciones íntimas comienzan en la cocina, por la mañana”. Los roces y conflictos no solucionados durante el día levantan barreras en la pareja. “No se ponga el sol sobre vuestro enojo” quiere decir que los problemas se deben solucionar en el día.

Hay esposos que no son sensibles a la esposa y no se preocupan de que ella tenga ansiedades o cansancio por haber aguantado a los chicos durante el día, cuando llegan a su hogar esperan tener un brillante acto sexual.
Si hay sensibilidad, preocupación y ternura durante el día, es posible que ella esté preparada para tener relaciones en la noche.

La mutua entrega en estas condiciones se cumple dentro de una mayor expresión de cariño.

3) La intimidad sexual se toma su tiempo:

Una relación íntima de amor no es para apurados sino para cuando haya tiempo suficiente para una entrega consciente y adecuada. No hay una regla fija para la frecuencia de la relación. La regla sana es esperar hasta cuando los dos tengan la mayor oportunidad y deseo, pero si no fuese así  ambos deben satisfacerse en el tiempo en que el otro lo necesite.
La ansiedad de muchos y la exaltación del clímax como lo más importante en el acto sexual, hace que se tenga una relación tipo “rapidísimo". De ninguna manera el “clímax” es lo más importante en el acto íntimo, los gestos previos, las palabras dulces, las caricias, los piropos y la entrega mutua hacen “un todo” en el acto matrimonial.

 

La naturaleza del hombre es excitarse rápidamente, la mujer es más lenta. Se requiere tiempo para prepararla. Las caricias estimulan y son una expresión de amor que toda mujer necesita. La naturaleza de la mujer es de responder más lentamente al acto sexual y requiere que el hombre no se precipite.
Demasiados hombres hoy en día carecen de información acerca de estos detalles que hacen a una intimidad sana y natural.

El trabajo, los compromisos, el correr de aquí para allá, la indolencia y la falta de apetencia de asesoramiento, producen esta desinformación en el hombre.

4) La intimidad sexual está fundamentada en el amor

Como dijimos anteriormente acerca de la facilidad con que se habla de “hacer el amor”, no es lo mismo una experiencia sexual que una relación íntima de amor.

La experiencia sexual tiene que ver con un momento, un tiempo y no necesariamente con una persona en particular. 

La relación íntima tiene que ver con un estilo de vida, con un tiempo especial y con una persona especial, la esposa o el esposo. Quienes no pueden o no son capaces de intimar de esta manera buscan una y otra vez experiencias sexuales sin ningún compromiso los cuales  finalmente llevan a la frustración.

FINALMENTE:

Si la intimidad no tiene su base en el amor, con el tiempo el sentimiento de intimidad se irá perdiendo. Se puede tener sexo genital pero no intimidad sexual que tiene que ver con palabras, afecto, forma de conocerse, etc.

Podemos estar unidos de la cintura para abajo y estar muy lejos de la cintura para arriba.

La intimidad sexual involucra tanto lo uno como lo otro. No sólo la parte genital debe tener una relación con la otra persona sino también el corazón, la mente y  los sentimientos.


FIN

 

CLASE NUMERO 19

Taller para Parejas

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