OCULTISMO

El ocultismo (de "oculto") pretende emplear para el provecho propio fuerzas que están escondidas del común de los hombres pero que pueden ser utilizadas si se sabe cómo. Involucra prácticas condenadas por Dios, como la astrología (Isa. 47:13), el hacer maleficios (Deut. 18:11), la consulta de espíritus (Deut. 18:11), la magia (Gén. 41:8), la hechicería (Exo. 22:8), la brujería (Deut. 18:10), y el espiritismo (Deut. 18:11).

Las prácticas ocultas como el empleo de tablas "Ouija", la adivinación por naipes de Tarot, los horóscopos, y las sesiones espiritistas deben ser completamente evitadas por los cristianos, pues además de ser peligrosas para la salud mental y espiritual, son una abominación ante Dios. Por el contrario, el rechazo abierto de tales cosas es una manifestación de una conversión sincera a la Palabra del Señor (Hech. 19:18-20).